Desde primaria peregrinó estudiando de ciudad en ciudad del país, pero se estabilizó en el CUR Chontales donde se graduó y ahora trabaja como docente

Jacsary Rubí Ticay García, de 24 años, firmando el acta de graduación como Licenciada en Educación con mención en Ciencias Sociales en la UNAN-Managua/CUR Chontales en el 2023.

Jacsary Rubí Ticay García, de 24 años, es la docente más jovencita del Centro Universitario Regional de la UNAN-Managua en Chontales (UNAN-Managua/CUR-Chontales), donde comenzó a laborar desde el segundo semestre del 2023, sólo varios meses después de graduarse como Licenciada en Educación con mención en Ciencias Sociales.

Al graduarse como excelencia académica a inicios del 2023, Jacsary Rubí salió de la universidad con la decisión de buscar trabajo en el Ministerio de Educación porque su gran sueño era ser docente, pero no se quedó a esperar en su casa, sino que comenzó a trabajar en otras tareas para ayudarle a su mamá en el mantenimiento del hogar.

La llamada inesperada que le cambio la vida

El gran momento estaba cerca y ella no se imaginaba que era mejor de lo que buscaba. Estaba trabajando en un hogar de Juigalpa cuando recibió una llamaba telefónica de una de la maestra M.Sc. Lilliam Delia Pérez González, Coordinadora de Ciencias Sociales, a quien le habían pedido que propusiera a una estudiante para docente horario, porque se había falta de un docente.

En la defensa de su trabajo final para optar al titulo profesional, en su añorada carrera de Ciencias Sociales en el 2023. A mediados de este mismo año fue llamada para trabajar como docente horario en el Recinto Universitario «Cornelio Silva Argüello» de la UNAN-Managua/CUR Chontales, considerando su alta calidad que demostró durante sus cinco años de estudios.

De inmediato pensó en la estudiante que había tenido el mayor rendimiento académico en el estudio de la carrera y propuso a Jacsary Rubi Ticay García y la llamó para preguntarle si quería trabajar como docente horario en la UNAN-Managua/CUR-Chontales.

Aunque muy sorprendida, respondió de inmediato que sí. Fue así como comenzó a trabajar como maestra universitaria a partir del segundo semestre de 2023 y actualmente da clases a cuatro grupos de estudiantes de diversas carreras del Recinto Universitario “Cornelio Silva Argüello” de la UNAN-Managua/CUR-Chontales.

Una vida de estudios muy complicada

Explicó que sus estudios fueron muy traumáticos porque toda su primaria y la secundaria las hizo en diversas partes del país, pero a pesar de las angustias que enfrentaba por vivir de ciudad en ciudad y de estarse adaptando a nuevas escuelas, amigos y a las costumbres de cada lugar, ella siempre superó esos traumas y mantuvo la calidad de sus notas.

Jacsary Rubí -segunda a la derecha- durante sus estudios secundarios en Juigalpa.

En la universidad ya tuvo más estabilidad porque tomó la decisión que no trasladarse a otra ciudad y que si su familia le ayudarían para estudiar en la universidad, tendría que ser en una universidad de Juigalpa hasta graduarse, porque de lo contrario tenía temor de fracasar.

En este sentido, explicó que su educación inicial fue en un Centro de Desarrollo Infantil de Juigalpa, luego hizo el primer grado en la Escuela Leiden, pero después la familia se trasladó a otro barrio y continuó en la Escuela Nuestra Señora de Guadalupe, antes Fuente de Vida.

Y siguió el itinerario cuando su familia se trasladó a vivir a la ciudad de Sébaco, Matagalpa, donde continuó el Sexto Grado, pero nuevamente se movieron hacia la ciudad de Condega, Estelí, culminando la primaria en la Escuela Lolita Salazar en el 2012.

El peregrinaje continuó en la secundaria

Continuó la secundaria en el Instituto Nacional Julio César Castillo Ubau de esta ciudad, pero cuando estaba por culminar el primer semestre del segundo año, en el 2014, nuevamente su mamá se mudó hacia la ciudad de Nindirí, Masaya, y continuó estudiando en el instituto Nacional Ulises Tapia Roa.

En cada escuela donde llegaba a estudiar, los otros niñitos y niñas se le acercaban al verla pequeñita y triste para ofrecerle su amistad y que no se afligieran, que todos le ayudarían.

En Nindirí se enfrentó una situación bien traumática. Ella había llegado sólo con el promedio acumulado de las notas del primer semestre, pero aquí ya habían terminado los exámenes de fin de semestre y le explicaron que tendría que hacer los exámenes, de lo contrario no podría continuar el año de estudios.

No le quedó de otra. Además de tener la costumbre de estudiar diario, aquí se dedicó a estudiar sin descanso. Se desvelaba mucho y a veces lloraba porque pensaba que no lograría, pero jamás si rindió. No sólo lo logró, sino que hasta pasó a ocupar el primer lugar por promedio de notas, superando a la niña que era la mejor estudiante del grupo, relató sonriendo y orgullosa.

En este instituto estudió el Octavo y Noveno grado, pero cuando comenzaron las clases del Décimo Grado (Cuarto Año) su familia decidió regresar a su natal Juigalpa, continuando sus clases en el Colegio Nuestra Señora de la Asunción, hasta bachillerarse en el 2017.

En la universidad, sus estudiantes la consideran como compañerita de clases, le expresan su cariño y que ellos aprenden mucho de ella.

De aquí ya no me muevo

Pero, ya traía la decisión que si podía estudiar una carrera universitaria debería ser en Juigalpa y así lo acordó con su mamá María Isabel García García.

Relató que esos traslados constantes de ciudad en ciudad le causaban muchos trastornos, mucha ansiedad, porque constantemente tenía nuevos docentes y no tenía amigos ni en la nueva escuela ni en el barrio.

Y como siempre era la más chiquita de la escuela donde llegaba, se le acercaban los niños de la primaria y después los adolescentes en secundaria y le prometían que ellos le ayudarían. También recibió mucha comprensión de sus maestras, lo que le fortaleció la decisión de que quería ser docente en el futuro.

Como estudiante en secundaria también estuvo entre las mejores de su grupo. Incluso, sus compañeros de clase en la universidad también le reconocían su calidad académica y por ser la más pequeñita y le decían “Pinky Cerebro”.

Entre docentes de la UNAN-Managua/CUR Chontales que antes fueron sus maestras y maestros. Ahora compañeras de trabajo.

Y así fue

Al bachillerarse en el 2017, hizo la prematricula en la UNAN-Managua/CUR Chontales y al aprobar la prueba de admisión en el 2018, comenzó el estudio de Licenciatura en Educación con mención en Ciencias Sociales, explicando que estaba feliz porque desde niña añoraba ser docente y hasta jugaba con otros niños como la maestra que les daba clase.

Al graduarse en el 2023, no comenzó a trabajar como docente, sino que empezó atendiendo en un comedor, después en un Call Center, y en otro momento como ayudante doméstica en hogares de la ciudad, pero también daba clases de reforzamiento a niños y adolescentes en su casa en Juigalpa.

Y estaba trabajando en uno de esos hogares cuando recibió la llamada que le cambió su vida. Una de sus maestras de la universidad le dijo que la había propuesto para que trabajara como docente horario.

Y se le cumplió el sueño

“No la pensé, de inmediato le dije que sí. Mi sueño era trabajar como docente, pero jamás pensé que iniciaría de una vez en la UNAN-Managua/CUR Chontales”, relató muy feliz.

Jacsary Rubí con la doctora Ramona Rodríguez Pérez, Rectora de la UNAN-Managua, al recibir un regalo por ser de las mejoras estudiantes de su graduación. A su izquierda la profesora Karla Patricia Acevedo, Jefa de Ciencias Económicas y Administrativas, y el doctor Julio César Abaunza Flores, director de UNAN-Managua/CUR Chontales.

Aunque sus estudiantes la consideran como compañera de clase por su edad y por su estatura pequeñita, todos la respetan, la quieren cariño y le expresan que les gustan sus métodos de enseñanza y que aprenden mucho con ella.

Reveló que siempre tuvo como meta estudiar una carrera del área de la educación y soñaba estudiar Lengua y Literatura Hispánicas, pero sus maestros de primaria y secundaria influyeron mucho en hacerle cambiar por el trato amable y con cariño que le demostraban.

“Los maestros cumplen un rol muy importante en la vida de los estudiantes y yo les decía a mis maestras quería ser como ellas y ellos me animaban a estudiar. Por eso me decidí por las Ciencias Sociales porque también me ha gustado todo lo relacionado al ámbito social. Incluso, también quería estudiar Comunicación Social.

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